CACHEUTA: La leyenda
Hace mucho tiempo, mucho antes de que se inventaran las billeteras y las cajas fuertes… en un lugar llamado Cuyum, tierra de las arenas entre el desierto y la montaña, habitaban los descendientes de Huarpe.
El oro para la libertad de Atahualpa
Por esos años el gran imperio de los Incas, venido desde el norte, había conquistado los antiguos valles de Uco, de Guentata, y el de Tuauma. Una tarde llegó el chasqui emisario con la noticia de que el rey Inca Atahualpa había sido apresado por hombres de otro imperio, el español, que le exigían grandes cantidades de oro para su rescate. El Inca le pedía al cacique Cacheuta, que le reuniera el tesoro que necesitaba para ser liberado. El fiel cacique, que sólo sabía de caza y agricultura, obedeció la orden y se esforzó por excavar las minas y lavar los ríos, y poco a poco logró obtener gran cantidad del precioso metal para liberar al Inca Atahualpa.
Un largo y peligroso viaje
Antes de partir, Cacheuta visitó al shaman hechicero que con palabras antiguas dejó caer en sus manos nueve gotas de agua. Así salió con su gente transportando el tesoro en fuertes cestos de junquillos que cargaron en nueve llamas blancas. El avance era lento por el peso que soportaban los animales y por la dificultad que presentaban los caminos. Habían andado mucho cuando divisaron movimientos extraños entre las rocas de la montaña. Cacheuta sospechó enseguida que eran bandidos de las tribus del sur que querían robarles su cargamento, así que inmediatamente mandó esconder el oro entre las rocas del cerro más cercano. Sus sospechas se confirmaron cuando un grupo armado los rodeó y comenzó a atacarlos. Luego de una larga y sangrienta lucha Cacheuta y su gente acabaron vencidos y muertos.
La venganza de la montaña
Los ladrones entonces, se lanzaron a buscar el tesoro que no encontraron en los cestos que cargaban las llamas. Y revisaron todos los cerros vecinos hasta que dieron con él. Estaban empezando a apoderarse de toda esa riqueza, cuando el oro se licuó y se transformó en agua caliente que salía a chorros por las rocas quemando a los ladrones. El espíritu de Cacheuta castigó de esa forma a los malhechores, sacando sus primeros borbotones de agua hirviente, y que luego se transformaron en aguas tibias y curativas, convirtiéndose en el verdadero tesoro de la montaña.
Son interpretaciones libres basadas en cuentos y leyendas recopiladas por otros autores, te invitamos que visites sus páginas en internet:
https://pueblosoriginarios.com/sur/andina/huarpe/hunuc.html
https://www.laizquierdadiario.com/ZONDA-Cuando-la-pachamama-se-hace-oir
Relato basado en “Cuando la Pachamama se hace oír”, en laizquierdadiario.com/ZONDA, Mendoza, 2016.
Relato basado en la versión de Jésica Pacheco, “La leyenda de Cacheuta”, en sites.google.com/site/cuentanquehacemuchomuchotiempo/leyendas
https://lenguayliteratura.org/proyectoaula/leyenda-tradicional-las-termas-de-cacheuta/
https://sites.google.com/site/cuentanquehacemuchomuchotiempo/leyenda-1
“todo-argentina.net/geografía/provincias/mendoza/leyenda.htm”
https://huellascuyanas.blogspot.com
Rogelio Díaz Costa, “Leyenda de la india Mariana”, en tardecroaste.wordpress.com/2012/11/23/cultura-huarpe-leyendas.
https://pueblosoriginarios.com/sur/andina/huarpe/mariana.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Leyenda_de_la_nativa_Mariana#:~:text=La%20Leyenda%20de%20la%20nativa,a%20una%20nativa%20huarpe%20llamada
“Tunuyán: conocé la asombrosa leyenda huarpe sobre el cerro Punta Negra”, en Cepa Diario Digital, Valle de Uco, Mendoza, 2019.